“Aquel niño pequeño, con pantalones rotos, sandalias desgastadas que caminaba todas las mañanas cerca al río, alegraba a todo el pueblo con su dulce voz al vender los pasteles de manzana que hacía su mamá”.

¿Te pudiste imaginar la escena mientras la ibas leyendo? Eso es parte del famoso “storytelling”, un recurso publicitario que busca enganchar con la audiencia a través de una historia, de un cuento, o una experiencia.

Al tener frases referenciales de cercanía o emoción, ganamos un punto con nuestros seguidores o clientes pues creamos ese lazo sentimental para luego convertirnos en parte de su vida y de sus experiencias. Creamos una conexión que va más allá del significado de una transacción.

Parte del trabajo, tanto del redactor como del diseñador y todo el equipo, es crear un escenario, un sentimiento en común con nuestra audiencia; hacer ese clic especial para generar empatía y vender a través de experiencias y de emociones. Vender por vender un producto ya no es una técnica muy usada, hoy se necesita crear vínculos especiales a través de una historia.

Grandes marcas como Coca Cola han utilizado esta técnica durante años, haciéndonos sentir que son parte de nuestra vida, de los mejores momentos y, sobre todo, experimentando emociones con sus consumidores con personajes tradicionales y de leyendas.

Es necesario saber la manera de hablar con nuestra audiencia, de conectar con un texto o fotografía y transmitir mucho más allá de letras y figuras. El storytelling es la base para un acercamiento real a nuestro consumidor.

¿Qué otra marca te evoca esas sensaciones?