Todos sabemos que este fue un año muy diferente. Nada fue como lo planeamos: altos y bajos, emociones encontradas, nuevos sentimientos y sobre todo, acciones no planificadas que marcaron una nueva trayectoria en todas las empresas y giros de negocio. 

El mundo cambió en todo sentido y dio paso a la era digital, misma que se convirtió en una nueva tendencia. Sin embargo, ¿estamos seguros que supimos comunicar y adaptar estos cambios en nuestra marca? ¿Estamos conscientes que hoy en día, debemos guiar nuestras acciones en los pilares de nuestro plan de Comunicación en Crisis, de crear siempre nuevos canales y espacios para no quedarnos fuera de la coyuntura? 

Si bien es cierto, este tipo de eventualidades son incontrolables pero para ello, debemos crear rutas o planes de acción y contar con premisas de acción para no quedarnos en el aire sin saber actuar. 

Es necesario saber comunicar de manera clara, esperanzadora, real y sobre todo, de una manera sobria. Es momento de informar pero sobre todo, de planear a mediano plazo nuevos mensajes que nos llevarán a nuestra reinvención. 

La comunicación se da ahora en base a sentimientos y experiencias, en acompañamiento y ser parte de la vida de tu consumidor. Debemos dar un mensaje no de venta (netamente) sino de complicidad y autenticidad.